Hoy en día el precio es uno de los factores principales a la hora de buscar autoescuela y como con cualquier otro producto o servicio, solo tenemos que escribir en Google lo que deseamos, le añadimos la coletilla «barato», «low cost» o «mejor precio» y ya lo tenemos. Pero sacarse un permiso de conducción no se puede equiparar a comprar una tablet, una funda para el móvil o una entrada para un concierto. Aprender a conducir es algo muy serio. Los accidentes de tráfico son la principal causa de muerte en este país entre los jovenes de 15 a 29 años y, solo por eso, nos deberíamos concienciar y no escatimar nunca en formación.
En España el precio medio para el Permiso B ronda los 900 € y como media que es, nos deja dos posibilidades, que hay quien lo consigue por menos dinero y a quien le cuesta más. Lo que a día de hoy no se sabe, es de nadie que lo haya conseguido en los «39 euros con teoría ilimitada y 2 clases prácticas» que ofrecen algunas «autoescuelas» en internet, ofertas-gancho que usan con el único objetivo de captar alumnos a cualquier precio.
Pero, ¿que se esconde detrás de estas «autoescuelas»? Ante todo una absoluta falta de ética pues al final, el incauto que caiga en sus redes, acabará pagando mucho, mucho más que los anteriormente mencionados 39 euros. En este negocio, como en todos, hay una serie de gastos ineludibles si se pretende dar un servicio de calidad y ajustado a ley: nóminas del personal, alquileres, amortizaciones de equipamiento, leasing de vehículos, material didáctico, impuestos directos e indirectos, mantenimiento de equipos, combustible, seguros, página web y un largo etcétera. En definitiva, levantar cada día la persiana de una autoescuela cuesta mucho dinero y sólo rebajando drásticamente la calidad o incurriendo en ilegalidades es posible mantener una abierta a los precios que ofertan algunas de ellas.
Como regla general, cuando nos decidimos a preguntar en una autoescuela es importante conocer lo siguiente:
1.- Los precios finales (con tasas, IVA y gastos de gestión).
2.- El horario de las clases y la presencia de un profesor en el horario que puedas asistir a la autoescuela.
3.- El tiempo de las prácticas (no es lo mismo que duren 30 ó 45 minutos).
4.- El número de profesores. Un número considerable de autoescuelas cuentan solamente con uno o dos profesores y esto puede ser todo un inconveniente si hay muchos alumnos ya que de ello dependerá el tiempo de espera para empezar con las prácticas.
5.- El material didáctico incluído al matricularte y la posibilidad de hacer test con un PC o un smartphone desde casa.
6.- El precio de renovación.
7.- Preguntar a conocidos y familiares por la autoescuela donde se sacaron el carnet de conducir. El boca a boca suele ser un buen consejero.
Y si despues de todo lo expuesto aún optas por arriesgarte con una de las «autoescuelas low cost», antes de matricularte asegúrate de los servicios que prestan, de si sus trabajadores están cotizando en la Seguridad Social, si los vehículos de los que disponen son seguros (la vida útil de un coche de autoescuela no es muy larga), si las dudas con la teórica las resuelven profesores titulados o el personal administrativo y, lo más importante, si ofrecen una formación personalizada, tanto teórica como práctica, puesto que cada alumno es único y diferente del resto.
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